El Castro de San Juan se encuentra a unos 1500 m al Noroeste de Rabanales accediendo por el camino vecinal de la Vereda o “la brea” como se le conoce en el pueblo (Rivas Blanco, 1986: 48-49).
Se encuentra situado en lo alto de una suave loma con forma elíptica de 870 m de altura, de unos 230 x 115 m y una superficie de 2,6 ha aproximadamente.
El castro presenta vestigios en su parte norte de lo que fuera la muralla, hoy día destacada por un marcado terraplén. En el vuelo americano de 1945-46 se puede apreciar es su zona norte lo que pudiera ser una entrada al castro, hoy día ya no es apreciable en los mapas y se puede comprobar cómo se ha ido desfigurando su forma con las labores agrícolas, si lo comparamos con las fotografías actuales. En el resto del perímetro la muralla prácticamente ha desaparecido debido a estas continuas labores.
Municipo: Rabanales. Localidad: Rabanales
El primero en hacer mención del yacimiento es Gómez Moreno (1927: 12), al referirse al tesorillo hallado de “27 monedas pequeñas de plata y unas sortijas, hechas con alambre de lo mismo, en espiral”. Pero será Esparza quien realice una descripción más detallada del castro en su libro Los castros de la Edad del Hierro del noroeste de la provincia de Zamora (1987: 106-107), donde además vuelve a plantear que el “Tesoro de Arcillera”, que se encuentra en el British Museum y en el Ashmoleam Museum, proviene del castro de San Juan, como ya lo publicara años antes en su artículo “Joyas celtibéricas de Zamora en el Museo Británico” (1983: 39-45). Recientemente se ha publicado una nueva interpretación que, sin negar la noticia original de Gómez Moreno, plantean que no es el tesoro de Arcillera, sino otro, y que el de Arcillera se podría localizar en torno a Samir de los Caños (6)
Rivas Blanco, vecino del pueblo de Rabanales, en su libro Aliste visto desde Rabanales (1986: 39-44), nos aporta más datos sobre otros hallazgos acaecidos en el castro como el que tuvo lugar en 1915, cuando un labrador del pueblo en la parte alta del castro, a unos 300 m del camino de la “brea” o Vereda, descubrió con el arado unos “llares de oro”. Este objeto, junto con una figura “parecida a un lagarto”, encontrada también en el mismo sitio, fue comprado a la familia Gago por el conde de Arcillera.
Bibliografía:
- ESPARZA ARROYO, A. (1983): "Joyas celtibéricas de Zamora en el Museo Británico", Boletín del Seminario de Arte y Arqueología, XLIX, Valladolid: 39-45.
- ESPARZA ARROYO, A. (1987): Los castros de la Edad del Hierro del noroeste de la provincia de Zamora. Zamora, pp. 69-71.
- ESPARZA ARROYO, A. (1990): "La Edad del Hierro en Zamora", Primer Congreso de Historia de Zamora, T. I. Prehistoria e Historia Antigua, Zamora: 101-126.
- GÓMEZ MORENO, M. (1927): Catalogo monumental de la provincia de Zamora (1903-1905). Madrid, pp. 12.
- MATTINGLY, H. (1935): "A hoard of Roman denarii from Spain (Ramallas)", Numism. Chron., XV, p. 289-291.
- ROMERO PERONA, D. (2015): Territorios y formaciones sociales en la zona astur-lusitana del Duero. Vol. II, Anexos: ALI-54.
- SANTIAGO, M. (1967): "Carta a Loewinson", El Miliario Extravagante,13, París: 371.
- SEVILLANO CARVAJAL, V. (1978): Testimonio arqueológico de la provincia de Zamora. Zamora, 237.
- PÉREZ CENTENO, M. R. (1990): "El poblamiento romano en Zamora durante el siglo III d. C.", Primer Congreso de Historia de Zamora, tomo 2, Zamora: 448.
- RIVAS BLANCO, J. (1986): "Aliste visto desde Rabanales", Zamora: 48-49.